Franz Beckenbauer, conocido cariñosamente como ‘El Káiser’ y nacido en Múnich, Alemania, en 1945, ha fallecido a la edad de 78 años. Su deceso marca el fin de una era dorada en el fútbol, dejando atrás una carrera llena de éxitos y reconocimientos.
‘El Káiser’ se alejó de la vida pública en los últimos meses debido a una enfermedad, tras una vida dedicada al fútbol, donde alcanzó la cima como jugador y entrenador. Su legado incluye un Mundial como jugador en 1974 y otro como seleccionador en 1990, una Eurocopa en 1972, tres Copas de Europa consecutivas entre 1974 y 1976, y dos Balones de Oro en 1972 y 1976.
Recientemente, Beckenbauer lamentó no poder viajar al funeral de Pelé, debido a su delicado estado de salud. Había revelado que había perdido la visión de su ojo derecho y sufría de problemas cardíacos que le impedían realizar viajes largos.
Beckenbauer, considerado uno de los mejores futbolistas del Siglo XX, comenzó su carrera en el Bayern Múnich en 1964 y se retiró en el New York Cosmos en 1983. Fue una figura clave en el ascenso del Bayern a la cima del fútbol alemán y europeo. un equipo que contó con estrellas como Gerd Müller, Uli Hoeneß y Sepp Maier. Bajo su liderazgo, el Bayern pasó de tener solo dos Bundesligas a sumar un total de 33 títulos.
Además de su éxito en clubes, Beckenbauer fue una leyenda en la selección alemana, con la que jugó 103 partidos. Su palmarés incluye cinco Bundesligas, cuatro copas, una Recopa de Europa, tres Copas de Europa y una Copa Intercontinental, además de la ya mencionada Eurocopa y el Mundial de 1974.
Como entrenador, Beckenbauer llevó a Alemania a ganar el Mundial de 1990 y logró éxitos con el Bayern, incluyendo una Bundesliga y una Copa de la UEFA. Posteriormente, fue presidente del Bayern durante 15 años y presidente honorífico hasta su fallecimiento.
En el ámbito de los galardones individuales, Beckenbauer también destacó, ganando dos Balones de Oro y siendo nombrado tercer mejor futbolista del Siglo XX por la IFFHS. Su contribución al fútbol fue reconocida también con el galardón MARCA Leyenda en 2012.
La partida de Franz Beckenbauer deja un vacío inmenso en el mundo del fútbol, pero su legado y su influencia perdurarán por siempre en la historia de este deporte.