Raúl Manríquez, el destacado exatleta de halterofilia y medallista de bronce en los Juegos Panamericanos de Lima 2019, ha revelado a través de sus redes sociales la difícil situación económica y profesional por la que atraviesa después de representar a México en diversas competencias internacionales.
Originario del estado de Baja California Sur, Manríquez, quien en su momento alcanzó la gloria al obtener no solo reconocimientos en Lima sino también al establecer cuatro récords nacionales y ser siete veces campeón nacional, enfrenta ahora un panorama desalentador. Su carrera deportiva se vio abruptamente interrumpida debido a una lesión, lo que eventualmente lo llevó a buscar oportunidades laborales fuera del ámbito deportivo, un reto que ha demostrado ser más complicado de lo imaginado.
En una declaración honesta y conmovedora, Manríquez expresó: «Sí, ese soy yo. A raíz de una lesión dejé de competir. Ahora que la vida es normal, busco trabajo el cual no he podido encontrar. Hay mucha vacante, mucho trabajo. Pero ante la ley no te pueden contratar sin seguro. Tengo inconsistencias en mi número de seguro social, traté de arreglarlo, pero la espera es demasiada».
El problema del número de seguro social ha sido un obstáculo significativo para Manríquez, impidiéndole acceder a empleos formales y obligándolo a buscar alternativas de ingreso. En un giro aún más desafortunado, el exdeportista compartió que ha tenido que recurrir a vender postres, específicamente arroz con leche, y a recoger basura para sobrevivir, una realidad que contrasta fuertemente con los días de gloria vividos en el ámbito deportivo.
«No sirve de nada las 100 o 200 medallas que puedas tener. No sirve de nada haber sido un campeón si terminé vendiendo arroz con leche y recogiendo basura para poder sobrevivir. Esto no es grilla, es simplemente historia personal», sentenció Manríquez, poniendo de relieve la difícil transición que enfrentan muchos atletas una vez que terminan su carrera deportiva.
El caso de Raúl Manríquez Collins es un recordatorio de los desafíos que enfrentan los deportistas de alto rendimiento una vez que se alejan de las competencias, una situación que plantea interrogantes sobre el apoyo y las oportunidades disponibles para los atletas en su vida post-deportiva. La comunidad deportiva y la sociedad en general se encuentran ante la reflexión sobre cómo valorar y apoyar a aquellos que han representado a su país con honor, pero que encuentran barreras significativas al reintegrarse a la vida cotidiana y profesional.