
El padre del tricampeón mundial de Fórmula 1, Max Verstappen, expresa su preocupación tras la confirmación de que Adrian Newey dejará Red Bull en 2025.
En un giro que podría marcar el inicio de un periodo turbulento para Red Bull Racing, Jos Verstappen, padre de Max Verstappen, ha expresado su inquietud por el futuro del equipo tras el anuncio de la salida de Adrian Newey, su director técnico, prevista para principios de 2025. La noticia ha reavivado las tensiones internas que han caracterizado al equipo desde comienzos del año.
Adrian Newey, quien ha sido una figura clave en el equipo con sede en Milton Keynes desde los inicios de su participación en la Fórmula 1 hace casi dos décadas, anunció su salida a petición propia, cerrando así un capítulo fundamental en la historia de Red Bull. Esta decisión coincide con un momento de alta tensión interna y especulaciones sobre las futuras direcciones que podría tomar el equipo.
Jos Verstappen, que ya había mostrado su preocupación a principios de año por la estabilidad del equipo, confirmó sus temores en una reciente declaración al diario holandés De Telegraaf: «El equipo corre peligro de desmoronarse. Es vital para la armonía interna que las figuras clave permanezcan. Hoy, lamentablemente, eso no sucede».
La preocupación de Verstappen se intensificó con los rumores a principios de año sobre una posible salida de Helmut Marko, asesor especial de Red Bull, aunque la situación se resolvió finalmente. Esta serie de eventos ha puesto en relieve la importancia de la cohesión interna para el éxito continuado del equipo.
El jueves, en el paddock de Miami, todas las miradas estarán puestas en Max Verstappen, quien hablará con la prensa por primera vez desde el anuncio de la salida de Newey. La reacción del actual campeón del mundo será crucial para entender el impacto emocional y estratégico de esta partida sobre el equipo y su propio futuro dentro de la escudería.
La salida de Newey, combinada con la incertidumbre en torno a otros miembros clave del equipo, plantea un reto significativo para Red Bull, que deberá demostrar su capacidad para mantenerse competitivo en la élite de la Fórmula 1 mientras busca estabilidad y dirección en una etapa de cambios significativos.
