
La Fórmula 1 podría haber encontrado la solución definitiva a los problemas de límites de pista con una innovadora combinación de bordillos y trampas de grava, presentada en el Red Bull Ring durante el Gran Premio de Austria. Este circuito ha sido un punto conflictivo en cuanto a infracciones, registrando más de 1,200 el año pasado, lo que hizo evidente la necesidad de medidas drásticas.
La FIA ha implementado revisiones clave, incluyendo un bordillo de 1.5 metros de ancho antes de la trampa de grava, asegurando que cualquier coche que cruce la línea blanca entre directamente en la grava. Además, se introdujo una línea azul para mejorar la referencia visual y facilitar el análisis de video.

Niels Wittich, director de carrera de la F1, ha expresado su optimismo, destacando las reacciones positivas de los pilotos. Wittich cree que esta solución podría adoptarse en otros circuitos, especialmente aquellos que también albergan competiciones de motos, mejorando la seguridad y el mantenimiento de las pistas. «Es lo que creemos que es la configuración perfecta», comentó Wittich.
