
A menos de un mes del inicio de los Juegos Olímpicos de París 2024, el río Sena continúa presentando desafíos significativos debido a su contaminación y aumento del caudal. Los análisis recientes han mostrado un incremento preocupante en la concentración de bacterias fecales, lo que podría poner en riesgo las actividades planeadas para el río, incluyendo la ceremonia de inauguración y las competencias de triatlón y natación en aguas abiertas.
La situación se ha complicado debido a las lluvias recientes, que han elevado el caudal del Sena a niveles seis veces superiores a los normales. Esto no solo representa un riesgo bacteriológico, sino que también dificulta la logística del desfile náutico previsto para la inauguración. A pesar de los esfuerzos por implementar infraestructuras de retención, las precipitaciones previstas para julio siguen siendo una amenaza.
Los organizadores se mantienen optimistas, pero reconocen que la situación dependerá en gran medida de las condiciones meteorológicas en las próximas semanas. El tiempo apremia, y la calidad del agua y el caudal del río siguen siendo una preocupación crucial para asegurar el éxito de los eventos programados en el Sena.