
El piloto de Fórmula 1, Max Verstappen, expresó su frustración tras el Gran Premio de Italia, señalando que Red Bull ha transformado su coche de un vehículo dominante en un «monstruo» ingobernable en tan solo unos meses. Después de clasificarse en séptima posición y terminar sexto en la carrera, Verstappen advirtió que la posibilidad de ganar ambos campeonatos este año «no es realista».
El neerlandés perdió casi 38 segundos frente a Charles Leclerc de Ferrari, y más de 30 segundos ante Lando Norris, quien terminó tercero. A pesar de su ventaja en el campeonato de pilotos, Verstappen teme que los problemas de equilibrio del coche que han surgido desde mayo le impiden mantener su liderazgo.
«Necesitamos muchos cambios», afirmó Verstappen, destacando la importancia de revertir la situación actual. Red Bull mantuvo reuniones clave para analizar las modificaciones necesarias en el coche, con la esperanza de devolverlo a su rendimiento dominante. «El año pasado teníamos el coche más dominante de la historia, y ahora lo hemos convertido en un monstruo», concluyó.