
Tras la reciente derrota de los Los Ángeles Lakers en la primera ronda de los Playoffs ante los Denver Nuggets, LeBron James, el reconocido «Rey» del baloncesto y máximo anotador histórico de la NBA, ha dejado en el aire la posibilidad de su continuidad con el equipo. A sus 39 años, James enfrenta la decisión de extender su contrato con los Lakers por una temporada más o de explorar nuevas oportunidades como agente libre.
Durante la rueda de prensa post-partido en el Ball Arena de Denver, un periodista cuestionó a James sobre si ese encuentro podría haber sido su último con el uniforme de los Lakers. Con una sonrisa, James evadió la pregunta, dejando a fans y analistas en suspenso sobre su futuro. «No voy a contestar a eso», dijo el alero, cerrando la conferencia sin dar detalles adicionales.
La incertidumbre se suma a las especulaciones de retirada que ya surgieron el año pasado, aunque James regresó para su vigesimoprimera temporada en la liga. Ahora, con una derrota dolorosa por 108-106 frente a los Nuggets, liderados por una canasta decisiva de Jamal Murray, el futuro de James parece más incierto que nunca.
A pesar del desenlace de la temporada, LeBron ha reafirmado su compromiso con el equipo nacional de Estados Unidos, preparándose para competir en los próximos Juegos Olímpicos de París 2024. «Ahora mismo sólo quiero volver a casa con la familia, honestamente», expresó James , quien planea descansar antes de iniciar el campo de entrenamiento en Las Vegas.
Además, el alero tocó el tema de jugar en la NBA junto a su hijo Bronny, una posibilidad que ha capturado la imaginación del mundo del baloncesto. Sin embargo, James destacó que es una decisión que recae en su hijo. «No he pensado mucho en ello últimamente… Él decidirá lo que quiere hacer y cómo quiere que vaya su carrera», concluyó LeBron, dejando varios temas abiertos para especulación y debate.