
En un movimiento que promete reconfigurar el escenario de derechos de transmisión en México, Amazon Prime Video ha elevado su oferta para adquirir los derechos de las Chivas a 25 millones de dólares anuales, superando su propia propuesta anterior y la de competidores como TUDN. Esta estrategia no solo destaca el apetito de Amazon por dominar el mercado de transmisiones deportivas sino que también introduce un cambio significativo en cómo los aficionados acceden a sus partidos favoritos.
Además de la propuesta básica, Amazon presenta opciones adicionales que amplían su mira hacia mercados en Estados Unidos y Latinoamérica, desafiando acuerdos existentes con gigantes como Telemundo y Claro Sports. Este enfoque no solo refleja la ambición global de la plataforma sino que también apunta a una creciente tendencia hacia la privatización de la transmisión deportiva, lo que podría tener implicaciones profundas para los espectadores.
El Impacto de la Privatización en los Aficionados
La transición hacia servicios de streaming como custodios de los derechos deportivos marca una era de acceso restringido, donde los aficionados se ven obligados a navegar por un laberinto de suscripciones para seguir a sus equipos. Esta barrera financiera no solo afecta el bolsillo de los seguidores sino que también plantea preguntas sobre la equidad en el acceso al deporte. A medida que el fútbol se convierte en un servicio más exclusivo, se reduce la universalidad del deporte, dejando a muchos fuera del estadio virtual.
