El Gran Premio de Estados Unidos en Austin se perfila como un punto decisivo en la temporada de Fórmula 1. Tras tres carreras sin victorias, McLaren necesita recuperar su dominio para mantener el control del campeonato.
El equipo británico, que había sumado 12 triunfos en las primeras 15 carreras, ha visto caer su rendimiento desde Zandvoort. Circuitos como Monza, Bakú y Singapur evidenciaron sus debilidades en frenadas y tracción, mientras rivales como Red Bull y Mercedes dieron pasos adelante con nuevas actualizaciones.
Andrea Stella, director de McLaren, reconoció que el desarrollo del monoplaza se detuvo para centrarse en el coche de 2026, lo que podría explicar la reciente pérdida de rendimiento. En Austin, el equipo “papaya” deberá demostrar si aún tiene el mejor auto de la parrilla o si el equilibrio interno comienza a tambalearse.