
Luis Rubiales, el ex presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), fue detenido por la Guardia Civil española inmediatamente después de su aterrizaje en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, procedente de República Dominicana. La detención, que causó un revuelo mediático y social, no se prolongó mucho tiempo, ya que Rubiales fue liberado tras rendir su declaración ante las autoridades.
La operación fue ejecutada por agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, quienes, siguiendo órdenes judiciales, esperaban al exdirectivo a su llegada a Madrid. A Rubiales se le incautaron sus dispositivos móviles y se le tomó declaración en las instalaciones de la Guardia Civil ubicadas en el aeropuerto, todo esto como parte de una investigación dirigida por una jueza que examina su conducta y gestión al frente de la RFEF.
Fuentes cercanas al caso indicaron que, aunque Rubiales ha sido liberado, será la jueza investigadora quien decida los próximos pasos a seguir, incluyendo la posible citación del ex presidente para futuras indagaciones. Este desarrollo se produce tras la intervención de dispositivos electrónicos y documentación durante un registro en su alojamiento en República Dominicana, donde el exdirectivo residía desde hace unos meses.
La detención de Rubiales se llevó a cabo en un momento crítico, justo un día después de que su vivienda en República Dominicana fuera registrada por la UCO. A pesar de haber adelantado su vuelta a España, fuentes de su defensa insisten en que su regreso no fue motivado por una citación judicial, sino por su deseo de volver al país lo antes posible.
Este incidente destapa una investigación mayor en torno a posibles contratos irregulares dentro de la RFEF durante los últimos cinco años, período que coincide con la gestión de Rubiales. La comunidad futbolística y el público en general quedan a la espera de más desarrollos en este caso, que podría tener implicaciones significativas para el fútbol español.
