A los 77 años, Armando Guadiana pierde la vida en un hospital de Monterrey tras una batalla contra el cáncer de próstata que lo apartó de sus labores como Senador de la República desde el pasado 23 de octubre. Apasionado del beisbol desde joven, fue propietario del equipo Saraperos de Saltillo y un amante de la tauromaquia, siendo frecuente su presencia en diversas plazas de toros.
Además de su destacada trayectoria como empresario taurino, organizando numerosos festejos en el coso Fermín Espinosa «Armillita» de Saltillo, en 2006 incursionó como ganadero de lidia con los hierros de Guadiana y La Cardona.
Recientemente, había ampliado su presencia en el ámbito taurino al adquirir el hierro de Armillita Hermanos, con quienes mantenía estrechos lazos de amistad. Su legado perdurará en la memoria de la tauromaquia y la política.

