El piloto británico salió ileso, pero el SF-23 sufrió daños importantes.

Lewis Hamilton, siete veces campeón del mundo de Fórmula 1, protagonizó un accidente durante su tercer día de pruebas como piloto de la Scuderia Ferrari en el Circuit de Barcelona-Catalunya. Aunque el británico salió sin lesiones, el SF-23, el monoplaza con el que entrenaba, sufrió daños en sus partes aerodinámicas y de suspensión.
El incidente ocurrió en la sesión matutina, cuando Hamilton perdió el control del vehículo en el último sector de la pista, impactando contra las barreras de seguridad. El coche tuvo que ser retirado en grúa para su evaluación técnica en los boxes por parte del equipo dirigido por Matteo Togninalli.
El accidente provocó un retraso en el programa de Ferrari, ya que Charles Leclerc deberá esperar ajustes en el monoplaza antes de tomar el volante en la sesión vespertina.
Los técnicos ahora analizan la telemetría para determinar la causa del percance. Este es el segundo contratiempo que enfrenta Hamilton en los entrenamientos con Ferrari, tras haber sufrido bloqueos de neumáticos en Fiorano.
Este tipo de incidentes no son nuevos para el británico. En su debut con McLaren en 2007 tuvo una salida de pista en Cheste, y en 2014, con Mercedes, se estrelló en Jerez por un fallo en el alerón delantero del W05.
