
La Liga MX enfrenta una creciente desconexión con su base de aficionados. A pesar de ser el deporte más seguido en el país, la liga ha registrado una significativa caída en la asistencia a los estadios y, al mismo tiempo, el acceso a las transmisiones de los partidos se ha vuelto más costoso y fragmentado que nunca.
El Apertura 2024, en particular, ha mostrado los números más bajos en asistencia desde que los estadios reabrieron tras la pandemia de Covid-19, con un promedio de 19,052 espectadores por partido. La reducción de afluencia ha encendido las alarmas sobre el estado del fútbol mexicano y su creciente lejanía del aficionado promedio.
Un fútbol cada vez más exclusivo
El panorama televisivo del fútbol mexicano ha cambiado drásticamente. En lo que va del torneo, de los 83 partidos disputados, apenas 31 fueron transmitidos en televisión abierta. Esta cifra refleja una clara tendencia hacia la privatización del acceso a los encuentros, obligando a los seguidores a suscribirse a varios servicios de paga o plataformas de streaming para ver los partidos. Actualmente, se necesitan al menos cuatro servicios diferentes para seguir toda la liga, una barrera económica que muchos aficionados no pueden superar.
Plataformas como Vix Premium, Amazon Prime, y Caliente TV han ganado protagonismo, relegando a la televisión tradicional. Equipos como las Chivas han migrado por completo a servicios de streaming, dejando la televisión abierta atrás, lo que ha limitado la audiencia gratuita de sus partidos. Incluso clubes históricos como el América, que solían ser emblemas de la transmisión abierta, ahora también tienen varios de sus juegos disponibles solo en plataformas pagadas.
El alto costo de ser aficionado
Si bien antes un solo canal de televisión era suficiente para ver la mayoría de los partidos, hoy en día los aficionados deben desembolsar hasta 1,445 pesos mensuales para acceder a todas las transmisiones de la Liga MX, entre televisión de paga y servicios de streaming. Esta cifra representa un golpe directo al bolsillo de los aficionados, que ya enfrentan altos costos en boletos de estadio y otros productos relacionados con el fútbol.
A pesar de la multiplicidad de opciones, este sistema fragmentado ha hecho que muchos aficionados se pierdan partidos o tengan que buscar alternativas piratas para poder seguir a sus equipos favoritos.
La popularidad se mantiene, pero no en los estadios
Un caso llamativo es el del Club América, uno de los equipos más populares del país. Aunque ocupa el lugar 12 en promedio de asistencia como local, con apenas 14,563 espectadores por partido, sigue dominando la audiencia televisiva. Según datos de HR Media, seis de los 10 partidos más vistos en el Apertura 2024 han involucrado al América, siendo el Clásico Nacional ante Chivas el más seguido, con un rating de 10.8 puntos, equivalente a más de dos millones de hogares.
Este fenómeno refleja la paradoja de la Liga MX: aunque la popularidad del fútbol mexicano no ha disminuido, la forma en que los aficionados acceden a los partidos está cambiando de manera drástica. Los estadios se vacían mientras las audiencias televisivas se mantienen firmes, especialmente en los partidos de alto perfil.
Un deporte que se aleja de su esencia
La Liga MX está en un punto crítico. Aunque las opciones de transmisión se han diversificado, esto ha generado una brecha entre el fútbol y su audiencia. Las barreras económicas y logísticas están convirtiendo al fútbol mexicano en un espectáculo exclusivo, dejando de lado a muchos de sus seguidores más fieles. Con las asistencias en picada y los aficionados recurriendo a múltiples plataformas para seguir los partidos, la liga se enfrenta al reto de reconectar con su base y recuperar la esencia popular que la hizo grande.