
La estrategia de los clavadistas mexicanos ha dado frutos en la Copa del Mundo de Clavados Guadalajara 2025, donde Randal Willars conquistó el oro gracias a la ejecución de un salto de alta dificultad. En su último clavado, logró cuatro y media vueltas al frente en posición carpada, con un grado de dificultad de 4.1, obteniendo puntuaciones de 8.5 y 9, lo que le aseguró la victoria.
El entrenador Iván Bautista destacó que la clave para competir contra China es combinar calidad técnica con clavados de mayor dificultad. “Si tienes una buena preparación física, puedes elevar tu grado y obtener más puntos”, explicó.
La estrategia no es nueva, ya que en Londres 2012, Iván García y Germán Sánchez también apostaron por un salto de 4.1 grados de dificultad, asegurando la plata en plataforma sincronizada. Sin embargo, este tipo de ejecuciones implican riesgos, desde quedar fuera del podio hasta posibles lesiones durante el entrenamiento.
Con una mentalidad fuerte y un trabajo físico riguroso, los clavadistas mexicanos buscan cambiar la historia y desafiar el dominio chino en la disciplina.
