En medio de la fiebre electoral por la jefatura de gobierno de la Ciudad de México, Salomón Chertorivski, candidato por Movimiento Ciudadano, ha sacudido el ambiente político y deportivo con una promesa que ha capturado la atención de los aficionados al fútbol: el regreso de los Rayos del Necaxa a la capital del país.
Chertorivski, en un movimiento que mezcla deporte y política, aseguró que de ganar las elecciones realizará todas las gestiones necesarias para que el equipo de Necaxa vuelva a tener como casa el Estadio Azteca, emblemático recinto deportivo donde vivieron sus años dorados durante la década de los noventa. «Una de mis grandes propuestas es hacer todo lo que esté en nuestras manos para que el Necaxa regrese al Estadio Azteca, su hogar original del que nunca debería haber salido», afirmó el candidato en un video publicado en sus redes sociales.
Esta propuesta surge en un contexto donde la Ciudad de México se prepara para elegir a su próximo jefe de gobierno, y donde las promesas electorales buscan captar la atención de un amplio espectro de votantes. El candidato de Movimiento Ciudadano apuesta por conectar con la nostalgia y el corazón de los aficionados al fútbol, recordando los gloriosos momentos del Necaxa, equipo que en la década de los noventa se coronó tres veces campeón de la Liga MX, jugando como local en el Estadio Azteca.
Sin embargo, la propuesta de Chertorivski no está exenta de desafíos. Necaxa se trasladó a Aguascalientes en 2003, donde ha desarrollado una base de aficionados y una identidad local. A pesar de esto, el equipo no ha logrado replicar los éxitos deportivos obtenidos en sus años en la CDMX, lo que abre un debate sobre la viabilidad y el impacto de un posible regreso.
Los aficionados al fútbol y los habitantes de la Ciudad de México estarán atentos a los desarrollos de esta propuesta, que sin duda alguna añade un elemento distintivo a la campaña por la jefatura de gobierno de la CDMX. Mientras tanto, la posibilidad de ver de nuevo a Necaxa en el Estadio Azteca se mantiene como un sueño para muchos, pendiente de las decisiones políticas y deportivas que puedan concretarse en el futuro cercano.