
Durante el Gran Premio de Italia, Sergio «Checo» Pérez estuvo notablemente más cerca de Max Verstappen, lo que generó diversas opiniones en torno a la actuación del piloto neerlandés. Helmut Marko, asesor de Red Bull Racing, atribuyó este acercamiento a las dificultades que enfrentó Verstappen con el manejo del RB20.
En Monza, Verstappen enfrentó su clasificación más baja de la temporada, finalizando en séptimo lugar y terminando la carrera en sexta posición, un resultado similar al de Mónaco. La proximidad en tiempos entre ambos pilotos se evidenció especialmente en la clasificación, donde Pérez quedó solo a 40 milésimas de Verstappen.
Marko explicó que el coche ha presentado problemas de balance y reacciones impredecibles, lo que impide que Verstappen pueda aprovechar al máximo su habilidad. Red Bull reconoció la necesidad de retroceder en su desarrollo para recuperar la estabilidad del vehículo, y así permitir a sus pilotos rendir al máximo.
