
Max Verstappen afronta la final del Mundial de Fórmula 1 en Abu Dhabi con una sorprendente calma, a pesar de llegar con opciones de conquistar su quinto título. Tras reducir su desventaja a 12 puntos luego de ganar en Qatar, el neerlandés aseguró en conferencia de prensa que vive el cierre de temporada “sin presión” y disfrutando del buen rendimiento que Red Bull recuperó en la segunda mitad del año.
Verstappen, quien pasó los días previos con su hija y atendiendo proyectos personales, afirmó que ya ha logrado todo lo que deseaba en la F1 y que cualquier resultado ahora “es un bonus”. Incluso bromeó diciendo que el trofeo “se ve igual” que los cuatro que ya tiene en casa. El piloto destacó que Red Bull no llega como favorito en Yas Marina, pero confía en que “todo puede pasar”.
Sin la presencia de sus padres este fin de semana —su padre está en un rally en África y su madre en casa— Verstappen dice sentirse igual de motivado: “No necesitamos palabras de ánimo; ellos saben que cuando me subo al coche doy todo”. Con actitud serena y sin dramatismos, el tricampeón asegura que solo busca disfrutar y exprimir al máximo la última carrera del año.
